Storytelling: el arte de contar buenas historias

En la actualidad, el Storytelling es una de las estrategias de comunicación más utilizadas por los emprendedores para llegar a su comunidad (universo compuesto por actuales y potenciales clientes y otras personas que -aunque no compren- recomiendan un producto o servicio).

Esta técnica, bien aplicada, hace que una marca sea única y fácilmente identificable.

No es una herramienta nueva, pero hace relativamente poco la palabra Storytelling empezó a ser un término muy conocido gracias al Marketing.

¿En qué consiste?

El Storytelling consiste en conectar con la parte emocional de las personas a través de una historia bien contada/narrada incluyendo palabras, imágenes y/o sonidos.

¿Qué tener en cuenta antes de escribir?

Definir el público. Además de los datos tradicionales (edad, sexo, nivel socioeconómico, residencia), es importante saber: de qué quiere ser parte nuestra comunidad, qué hace en su tiempo libre, qué defiende, qué le parece importante, a qué le tiene miedo. Esa es una buena forma de empatizar.

Saber de qué vamos a hablar. Investigar previamente sobre el tema.

Objetivo de nuestro mensaje. Tener claro qué queremos lograr.

Y lo más importante: ser genuinos. Reflejar lo que pensamos y sentimos, sabiendo que somos humanos y estamos conectando con otros seres humanos.¿Cómo construir una buena historia?

1 Tema bien definido. Por ejemplo: vida/muerte, partida/llegada, amor/odio, bien/mal, seguridad/miedo, fuerza/debilidad. La idea no es hablar sobre nuestro producto o servicio, pero la historia tiene que tener coherencia con lo que hacemos y con nuestros valores.

2 Factor sorpresa. Es necesario generar interés y hacer que el público quiera seguir leyendo, viendo y/o escuchando lo que le estamos contando.

3 Usar experiencias. Acudir a todas aquellas historias que recordamos y nos marcaron. Cosas que vivimos en la infancia, adolescencia, juventud. Lo que sucede actualmente a nuestro alrededor. Registrar eso, prestar atención, observar.

4 Recurrir a la maravilla. Las mejores historias inspiran asombro.

5 Estructura clara. Comienzo, desarrollo y fin. Definir qué elementos queremos que aparezcan en la historia y en qué orden.

6 Hacer que la audiencia ate cabos. Como dice el dicho, tenemos que dar un 2 + 2, nunca un 4. Una buena historia genera diferentes interpretaciones.

7 Héroe/heroína o acción heroica. Las personas necesitan proyectarse en un héroe o heroína para dar sentido a la historia. Tenemos que amar al protagonista de la historia (sea una persona o un objeto) y hacerlo real, con defectos y virtudes, auténtico/a.

8 Adversario/a. Todo héroe/heroína debe tener un villano/a. Mientras mejor es el villano o la villana, más se destaca el héroe o la heroína.

9 Detalles. Dar datos concretos para que la historia sea o parezca real.

10 Final recreable. Que la audiencia pueda recrear su propia historia. Lo primero que se diseña es el cierre. La conclusión es el acto memorable de todo cuento. Debe ser clara, concisa y concreta. Contundente.

¿Dónde aplicarlo?

En la página “Acerca de” dentro de un blog, para contar sobre los inicios y la identidad de la marca.

En las redes, para mostrar a las personas que están detrás de la marca.

Cuando lanzamos un nuevo producto/servicio.

Conclusión

Con un buen Storytelling vas a humanizar tu marca, reforzar lazos de confianza y crear un vínculo único y perdurable con tu público.

Te dejamos un lindo ejemplo para inspirarte.